miércoles, 19 de enero de 2011

Mirá vos lo que son las cosas


El otro día me llama mi amiga María exclusivamente para decirme que vio la película de acá arriba y que la tenía que ver si o si. "Más allá de la vida" se llama, o "Hereafter".

No se si lo conté alguna vez, pero María es una de mis mejores amigas, y la que -no me pregunten cómo- tiene el  don de calmarme más cuando me "agarra muy fuerte" el tema de algún mensaje y me retuerzo de dolor o no puedo reponerme. Cuando trabajábamos juntas era más fácil, porque ella siempre estaba, pero ahora me cuesta un toque, por no siempre en los lugares donde estoy alguien sabe lo que pasa y me puede dar una mano si de repente empiezo a frikear para el carajo. Saliendo de eso, nadie logra lo que María. Tiene ese ángel... a veces siento como si ella fuera un ángel.

Ja!. Se ve que los mediums estamos de moda. Se que hay dos series en la tele. Una "Medium", que me vino super bien para aprender muchas cosas sobre cómo llevar lo mío, y una que creo que es Ghost Wisper o algo así, que es medio más fantasmagórica.

Por suerte yo no veo. Los que escuchamos no vemos, y mejor, porque no me gustaría tanto ver. No es que escuchar me guste, pero es más llevable, creo.

Igual, volviendo a la peli que dio lugar a este post, a mi me pasa exaaaaaaactamente igual que al tipito. No necesito agarrar las manos, por ejemplo, pero esa visión instantánea es tal cual, y la forma en la que me lo tomo también. Esa mezcla de miedo, querer rechazarlo, terminar haciéndolo por no poder ver cuánto el otro lo necesita y sucumbir, el miedo de sentir que nunca voy a ser "normal" del todo.

Medio berreta el final de la peli, pero está bueno a veces no sentirse sólo o ver que hay "otros".

Ojalá algún día me cruce alguno en la vida real, verdad? Pa tomarse uno mates y charlar, vió?

Gracias a este blog una vez me escribió una chica, con super buena onda, ofreciéndome ir a un centro donde podían ayudarme. Algo así como una "escuela de Mediums" o algo así. Y si bien me vendría super bien, no me animo a dar la cara con esto. Mi decisión no es dedicarme a usar mi don en el día a día, y tengo un sueño muy grande con mi vocación y no puedo exponerme a que alguien sepa lo que me pasa por si en algún momento, como creo, triunfo en lo mío.  Muchas veces hasta me paranoiqueo sobre este blog. Aunque casi no lo lea nadie.

En fin, el señor Matt Damon se ha puesto por unos minutos en mis zapatos. ¿Cómo lo habrá sentido? ¿Cómo te sentirías vos?

Besos, y no se olviden: Si conocen algún otro medium, díganle que lo invito a unos mates.

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miércoles, 12 de enero de 2011

Sentires

Me he organizado un poco, y creo que ya voy a tener tiempo para actualizar más seguido.

Así y todo, y si bien voy a seguir contando, hay veces que llevar la mediumnidad se hace más costoso que de costumbre y por eso necesito meterle pila a la vanalidad para no volverme loca.  Capaz que de ahí surgió que se me ocurra

http://unpostpordia.blogspot.com/


con las cosas más "normales" que me pasan, porque si... también tengo una vida que intenta ser normal, y releyendo este blog en su intento de organización me di cuenta que la mezcla no quedaba muy buena. Así que tengo blog nuevo que es mitad necesidad y mitad mi "tarea" de haceme consciente de cada día.
Buen año el 2011. Vamo arriba con eso.

Besos,

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domingo, 9 de enero de 2011

Danila

Cuando Raufe, el economista en jefe de la oficina donde trabajaba comenzó a falta, no me di cuenta al comienzo.

Luego, un día en el almuerzo nos pidieron a todos si podíamos ir a donar sangre para Danila, y ahí me enteré de todo: De que Raufe tenía dos hijas, que una de ellas se llamaba Danila, que Danila tenía una enfermedad congénita que atacaba a 4 niños cada un millón, que por ella le agarraban convulsiones, que con cada convulsión se morían sus células cerebrales, y que a pesar de que le habían dicho que podría vivir solamente 6 años había llegado a los 9 y la seguía peleando.

Hacía un tiempo que Dani venía bien, pero una última convulsión la había dejado internada, en terapia intensiva, inconsciente obviamente. Y Raufe pasaba día y noche allí, esperando novedades. Y se nos pedía que donemos sangre.

Yo había tenido una gripe ATROZ unas semanas antes y eso supuestamente me inhabilitada.

Y  a la vez... apenas me nombraron a Danila me vino esa tristeza insuperable de la parte más horrible de mi "don", que es cuando sabés demás. Y el "saber demás"  fue saber, simplemente, que de esta  Danila no salía.

Las semanas pasaron y el diagnóstico no cambiaba. Las cadenas de oración crecían, las donaciones de sangre se seguían sucediendo y Raufe obviamente no volvía a la oficina.

Nunca voy a olvidar el día que volvía en el tren a casa y un nuevo "ataque" me dejó ahogada en el medio del vagón. El dolor, como describía yo "en la boca del estómago" apenas me dejaba incorporarme y me llevaba, una vez más, a doblarme por la mitad agarrándome la panza. El sudor frío, el creer que me iba a desmayar, el no saber qué pasaba se iban haciendo cada vez más "frecuentes", pero este "ataque" venía con una fuerza inusitada. Y lo más raro era que no escuchaba nada. Nada de nada. Ningún mensaje. Ninguna voz. Ni llanto. Ni pedido. Ni nada.

Me doblé una vez más y me concentré a ver si escuchaba algo. Nada.

A diferencia de todas aquellas veces en las que lo que más quería era llegar a destino, esta vez era al revés. No quería que mi estación se acerque porque no sabía como iba a bajarme del tren.

Le pedí a lo que fuese que pasaba que me diera respiro hasta llegar a casa... y misteriosamente el pedido fue de alguna manera oído. El malestar cesó lo mínimo como para dejarme bajar del tren y agradecí al cielo (luego aprendería a llamarlo "Universo".)

El dolor de panza y el primer contacto con Dani no llegarían sino hasta la noche.

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martes, 4 de enero de 2011

A veces me frustro

Las veces que pude ayudar con este "¿don?" me sentí inmensamente feliz. Me pasó con el caso del muchacho con los padres desaparecidos. Me pasó con el matrimonio que se vino desde otra provincia a intentar que la señora pueda perdonarse el accidente en el que fallecieron sus dos hijos. Me pasa cuando sorprendo a alguien y luego me dice que le vino para mejor.

Pero hay veces en las que también me frustro.

Nunca conté ni expuse una historia de nadie dando su nombre ni sus datos. Este blog es mero desahogo, es la necesidad de sacar para afuera algo que me afecta. Pero así y todo, nunca mencioné a nadie. Lo más gracioso es que soy yo la que "guardo" los secretos, porque por lo general y muy por lo contrario a lo que pensé siempre, cada vez que transmito un mensaje la gente sale como loca a contarlo a todo el mundo aunque yo pida lo contrario.

Me acuerdo hasta cuando el matrimonio me invitó a un asado familiar en agradecimiento, y cuando llegué todos me miraban con cara de "vos sos la medium". Los hijos me agradecían, me llamaron por teléfono...

Hay gente que dice que "les cambia la vida". Hay gente que hasta ha pensado que les iba a cobrar, o que han querido pagarme!!! Mirá si habría de siquiera pensar en lucrar con algo así por Dios!

Pero repito. A veces me frustro.

Este año nos han golpeado partidas de personas famosas...  Extremadamente famosas  y muy famosas, por decirlo de alguna forma pero y entonces ¿qué hago yo con eso?

O sea... si tengo un mensaje que insistentemente se me pide que sea transmitido, ¿Cómo hago para hacérselo llegar a alguien que no es cercano a mi? ¿Cómo hacés para que no crean que es una excusa para estar cerca de alguien de quien miles quieren estar cerca?

Aparte... si tuviera que verlos para transmitir eso, tendría que dar la cara. Y encima con gente poderosa, que si llegan a pensar mal de mi podrían hacer algo en contra...

Con todo el respeto que lo pueda mencionar, porque no suelo hablar de personas sin cambiarles el nombre pero a estas todos las conocen. ¿Cómo le digo a Cris Morena que su hija me ha dicho algo para ella, que supuestamente ella está esperando? Tuve la pista de hacerlo a través de Facundo Arana, pero andá a escribirle a Facundo sin que piense que soy una más de las miles que mueren por sus ojos y su fama de tipo perfecto.

Ni hablar de la presidenta, verdad...

Por eso. No voy a hacer de esto una profesión. No es alrededor de lo que baso mi vida. Pero me pasa, y es por algo, y tengo que hacer algo con eso porque otros pueden necesitarlo o puede hacerles bien.

Pero en estos casos, no se cómo llegarles y me frustro.

Hay veces que me frustro.

Besos,

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