viernes, 4 de diciembre de 2009

De la Mano



Aún el día de hoy no olvido lo que temblé con ese beso. Fue de esos que te pareciera tienden un lazo tibio entre el aliento y el centro del alma. Esos que pareciera que no se acaban nunca y que nunca vamos a saber cuánto duraron. Desde ese día pude jurar que si se podía olvidar uno del mundo en un instante.

Volví a mirar a Jose y me dijo que había sido tan lindo como lo había soñado, y que todo se estaba dando cómo debía ser. Pregunté con la mirada pero aún embrujada por lo que había pasado ya no me interesaban demasiado las respuestas.

"Tenías nuestra historia colgada en tu ala derecha. Porque vos sos un ser con alas, Tan". Me dijo mientras me daba unos besos más, tan o más dulces que el primero.

¿Vos sabías que esto iba a pasar, entonces?

Claro Tan, desde el primer momento en que comenzamos a chatear luego que me fui del trabajo.

Y entonces, ¿Cómo sigue?

Por lo pronto saliendo de este lugar que ya cumplió su objetivo y yendo a tomar un buen café con medialunas.



Y salí de ahí con un muchacho grandote, de hermoso sweater a rayas y olor a incienzo que me agarró la mano.

Hablamos cantidades y decidimos caminar hasta la estación del subte porque necesitábamos hacer tiempo para que este abra. Al otro día ambos teníamos mucho que estudiar asi que no podíamos prolongar el encuentro mucho más, y aparte estábamos seguros que implícitamente sabíamos que íbamos a seguir viéndonos.

5 comentarios:

  1. Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaw.. pero qué es vidente José? Che, si sos un ser con alas te va a encantar este poema...


    Espantapájaros



    No se me importa un pito que las mujeres
    tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
    un cutis de durazno o de papel de lija.
    Le doy una importancia igual a cero,
    al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
    o con un aliento insecticida.
    Soy perfectamente capaz de soportarles
    una nariz que sacaría el primer premio
    en una exposición de zanahorias;
    ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible

    - no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
    Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
    Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
    tan locamente, de María Luisa.
    ¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?

    ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
    y sus miradas de pronóstico reservado?
    ¡María Luisa era una verdadera pluma!
    Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
    volaba del comedor a la despensa.
    Volando me preparaba el baño, la camisa.
    Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
    ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
    de algún paseo por los alrededores!
    Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado.
    "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos,
    ya me abrazaba con sus piernas de pluma,
    para llevarme, volando, a cualquier parte.
    Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia
    que nos aproximaba al paraíso;
    durante horas enteras nos anidábamos en una nube,
    como dos ángeles, y de repente,
    en tirabuzón, en hoja muerta,
    el aterrizaje forzoso de un espasmo.
    ¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera...,
    aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas!
    ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes...
    la de pasarse las noches de un solo vuelo!
    Después de conocer una mujer etérea,
    ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre?

    ¿Verdad que no hay diferencia sustancial
    entre vivir con una vaca o con una mujer
    que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
    Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender
    la seducción de una mujer pedestre,
    y por más empeño que ponga en concebirlo,
    no me es posible ni tan siquiera imaginar
    que pueda hacerse el amor más que volando.

    (DE GIRONDO ES)

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  2. Un gusto que hayas regresado para escribir. Una lástima los problemas familiares que tuviste. La historia sigue interesante.

    Saludos!

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  3. Qué bueno que volviste! Yo también lo hice, tuve problemas con mi cuenta Já!
    Espero que se hayan alineado un poco tus cosas y todo empiece a encaminar para bien.
    Me encanta esta historia, quiero saber más!
    Te dejo un beso Tan, nos leemos =)

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  4. Me leí toda tu historia con José. Me volvieron las esperanzas.. no sé, pero es especial ese chico. Te juro que lo leia y sentía que estaba yo ahí. Toda historia que toda chica sueña con que le pase algún día.
    Saludos Tania :)

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