sábado, 19 de marzo de 2011

Atrapada



Resulta que cuando podés escuchar cosas, y ayudar gente, y "vibrar en otro tipo de energías", tenés que intentar ponerte fuerte y concentrada porque si no quedás "colgada".

¿Cómo es eso?

Cuando nunca le pusiste demasiada onda a hacer de tu mediumnidad un estilo de vida, a conocer la cuestión, a estudiarla, a practicarla y a tomártela como algo a lo que debés dedicarle tiempo y atención, te volvés una radio que agarra cuanta voz tenga algo que decir por la estratófera. Es como si yo no tuviera opción de elegir que escucho o que no, por ejemplo. Y yo en cambio de "profesionalizar" la cosa, simplemente ando con los auriculares y música linda en el iphone cada vez que salgo a la calle. Los auriculares son algo que no puede faltar en mi mochila porque a veces son mi única salida a no escuchar. 

Otras veces, cuando la gente se da cuenta de que "vibrás" en una energía fuerte, clara y pura pueden "tomar" esa energía y es como si te durmieran de a poco. Como si te drogaran, o te sacaran la sangre de a sorbitos. Y vos sentís que hay alguien quitando de vos la fuerza que tenés para llevar el día, y es como si te saliera por el estómago, y se que cubriéndomelo con las manos y poniendo la mente fuerte puedo evitarlo pero a veces no pasa.

Y luego... cuando alguien tiene que venir a tu vida, y aparece, y establecés una conexión, y los dos puntos más importantes de cada uno se unen: Fuiste. Porque es como si cosieras con un hilito de luz tu alma y la de ésa persona y estén donde estén quedaras "pegada" a su existencia, y esa persona a la tuya.

Y eso me anda pasando estos días. Mi alma se enredó con alguna otra a la que tengo que intentar dar una mano, y no estoy pudiendo sacar el anzuelo.

Ojalá pueda hacer algo con esto. Ojalá el don/estigma sirva para algo, y ya que no voy a hacerme cargo del todo, en los momentos en que me pongo media pila pueda sacar de esto algo positivo.

Ya que me voy a comer garrones que sirva para algo, no?

Abrazo,

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viernes, 11 de marzo de 2011

Impotencia

¿De qué te sirve saber los próximos 14 desastres naturales si no podés hacer nada para prevenirlos? ¿De qué te sirve decir: Mañana sismo si no podés decir exactamente el lugar y si lo supieras... qué hago, llamo al Gobierno del país y les aviso?

Los días se hacen inllevables sintiendo todo lo que va a pasar en el cuerpo. En serio, así no hay humanidad que resista.

Toda esa energía de la Tierra en 68 kilos de arte están un poco desequilibrados, no te parece?

Puff... que pase por favor. Necesito reacomodarme un poco con mi cuerpo.

Cuando va a correr lava siento que va a explotarme la sangre en las venas y me va a salir por la nariz.

Cada temblor es un ataque en el cuerpo, como si fuera una convulsión.

Va a estar jodido el 2011.

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miércoles, 9 de marzo de 2011

Bendita

Ayer a la noche
por un instante
en las primeras horas del día con mi número preferido
sentí
solamente por un momento
que por primera vez esto de la mediumnidad podía tener un sentido. Un porqué.

Porque se cómo funcionan las reglas: Al igual que los superhéroes pero bien bien lejos de ser una, no puedo usar los poderes para mi.

Pero de repente, alguien me hizo una trampa. Alguien nos tendió una trampa, y con  una excusa muy bien armada me regaló las primeras  certezas luego de tiempos descreídos inmensamente eternos.

Y no importa si todo termina igual que siempre, porque hoy, esta noche, en este instante, en este momento sólamente me nace agradecer y decirte: Bendita. Bendita la luz de tu mirada. (Y que sea lo que sea.)

Besos,

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jueves, 3 de febrero de 2011

Danila II

Esa noche, cuando me fui a acostar, sentí esa cosa que siento cuando se que no estoy sóla. Si bien como expliqué antes, se supone que como "escucho" voces no me toca -por suerte- ver a sus dueños delante mío, es que la sensación de no estar sóla era saber que dentro de un ratito comenzaría a escuchar... y así fue.

Primero el dolor de panza del tren volvió de repente. Agudo. Profundo. Inexplicable. Pensé que iba a gritar para despertar a mi mamá (todavía vivía en casa de mis padres) pero sabía por dónde venía la mano y que ella no era de gran ayuda en estos momentos. Comencé a hacerme bollito, acostada en la cama. Sabía que no tenía que ceder a encorvarme porque del estado fetal es muy difícil volver pero el dolor que sentía en la boca del estómago no me dejaba hacer otra cosa. Comencé a mentalizarme, a tratar de controlar mi cabeza, a decir que todo estaba bien (todavía no sabía las técnicas que aprendería luego) y finalmente terminé rogando que lo que tenía que suceder sucediese al punto de que ya no me importaba qué tenga que escuchar si el dolor iba a irse. Me estaba ahogando. 

-"Hola. Bueno. Ya está". -     La que hablaba era una niña. Una niña muy chiquita, que no hablaba del todo bien.

-"Eu. Te estoy diciendo que ya está. Ya pasó. Ya no me duele más y ya estoy acá, y vos le tenés que decir a mi papá que estoy bien porque el no sabe y está muy triste. Vos le tenés que decir a papá. Porque papá está llorando. Decile. Dale. Porque ya pasó, a mi no me duele más".-  Danila hablaba entusiasmada, como contenta de haber entrado en contacto. Con esa falta de filtros de todo niño, que quería algo en ese momento y pensaba que yo iba a salir de la cama a contactar a Raufe para decirle que se quedara tranquilo que todo estaba bien. (¿?).

- Dale, vos le tenés que decir. ¿No ves que mi papá está mal? Yo estoy acá y vino la señora gorda a recibirme. La del pelo blanco y el delantal. Y ella me abrazó, y me trata muy bien, y me dijo que me va a hacer las trenzas y me va a contar los cuentos. Así que decile a papá que estoy bien."-

Luego de que el pedido se repitiera algunas veces, le dije a Danila que yo no tenía contacto con su papá, que solamente me había enterado de su enfermedad por terceros y que no sabía cómo acercarme a él a decirle que su hija me hablaba. Que tenía que entenderme. A todo esto, yo me había ido esa tarde del trabajo y sabíamos que Dani estaba muy mal, pero todavía no había fallecido, entonces yo ni siquiera podía hablar. Yo me estaba enterando de esto por ella, nadie me lo había contado... 

y sonó el celular.

- Hola Tan? Perdoná la hora. Soy Andrés. Te llamo para decirte que falleció la hija de Raufe, y que mañana la velan a las 9 en tal lugar.-

...

¿Viste que ya pasó? Vos tenés que ir a decirle a mi papá que yo estoy bien, porque mi papá está muy triste-

El dolor  de panza había pasado, pero ahora por muchos días me había comprado un dolor de cabeza. 

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miércoles, 19 de enero de 2011

Mirá vos lo que son las cosas


El otro día me llama mi amiga María exclusivamente para decirme que vio la película de acá arriba y que la tenía que ver si o si. "Más allá de la vida" se llama, o "Hereafter".

No se si lo conté alguna vez, pero María es una de mis mejores amigas, y la que -no me pregunten cómo- tiene el  don de calmarme más cuando me "agarra muy fuerte" el tema de algún mensaje y me retuerzo de dolor o no puedo reponerme. Cuando trabajábamos juntas era más fácil, porque ella siempre estaba, pero ahora me cuesta un toque, por no siempre en los lugares donde estoy alguien sabe lo que pasa y me puede dar una mano si de repente empiezo a frikear para el carajo. Saliendo de eso, nadie logra lo que María. Tiene ese ángel... a veces siento como si ella fuera un ángel.

Ja!. Se ve que los mediums estamos de moda. Se que hay dos series en la tele. Una "Medium", que me vino super bien para aprender muchas cosas sobre cómo llevar lo mío, y una que creo que es Ghost Wisper o algo así, que es medio más fantasmagórica.

Por suerte yo no veo. Los que escuchamos no vemos, y mejor, porque no me gustaría tanto ver. No es que escuchar me guste, pero es más llevable, creo.

Igual, volviendo a la peli que dio lugar a este post, a mi me pasa exaaaaaaactamente igual que al tipito. No necesito agarrar las manos, por ejemplo, pero esa visión instantánea es tal cual, y la forma en la que me lo tomo también. Esa mezcla de miedo, querer rechazarlo, terminar haciéndolo por no poder ver cuánto el otro lo necesita y sucumbir, el miedo de sentir que nunca voy a ser "normal" del todo.

Medio berreta el final de la peli, pero está bueno a veces no sentirse sólo o ver que hay "otros".

Ojalá algún día me cruce alguno en la vida real, verdad? Pa tomarse uno mates y charlar, vió?

Gracias a este blog una vez me escribió una chica, con super buena onda, ofreciéndome ir a un centro donde podían ayudarme. Algo así como una "escuela de Mediums" o algo así. Y si bien me vendría super bien, no me animo a dar la cara con esto. Mi decisión no es dedicarme a usar mi don en el día a día, y tengo un sueño muy grande con mi vocación y no puedo exponerme a que alguien sepa lo que me pasa por si en algún momento, como creo, triunfo en lo mío.  Muchas veces hasta me paranoiqueo sobre este blog. Aunque casi no lo lea nadie.

En fin, el señor Matt Damon se ha puesto por unos minutos en mis zapatos. ¿Cómo lo habrá sentido? ¿Cómo te sentirías vos?

Besos, y no se olviden: Si conocen algún otro medium, díganle que lo invito a unos mates.

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miércoles, 12 de enero de 2011

Sentires

Me he organizado un poco, y creo que ya voy a tener tiempo para actualizar más seguido.

Así y todo, y si bien voy a seguir contando, hay veces que llevar la mediumnidad se hace más costoso que de costumbre y por eso necesito meterle pila a la vanalidad para no volverme loca.  Capaz que de ahí surgió que se me ocurra

http://unpostpordia.blogspot.com/


con las cosas más "normales" que me pasan, porque si... también tengo una vida que intenta ser normal, y releyendo este blog en su intento de organización me di cuenta que la mezcla no quedaba muy buena. Así que tengo blog nuevo que es mitad necesidad y mitad mi "tarea" de haceme consciente de cada día.
Buen año el 2011. Vamo arriba con eso.

Besos,

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domingo, 9 de enero de 2011

Danila

Cuando Raufe, el economista en jefe de la oficina donde trabajaba comenzó a falta, no me di cuenta al comienzo.

Luego, un día en el almuerzo nos pidieron a todos si podíamos ir a donar sangre para Danila, y ahí me enteré de todo: De que Raufe tenía dos hijas, que una de ellas se llamaba Danila, que Danila tenía una enfermedad congénita que atacaba a 4 niños cada un millón, que por ella le agarraban convulsiones, que con cada convulsión se morían sus células cerebrales, y que a pesar de que le habían dicho que podría vivir solamente 6 años había llegado a los 9 y la seguía peleando.

Hacía un tiempo que Dani venía bien, pero una última convulsión la había dejado internada, en terapia intensiva, inconsciente obviamente. Y Raufe pasaba día y noche allí, esperando novedades. Y se nos pedía que donemos sangre.

Yo había tenido una gripe ATROZ unas semanas antes y eso supuestamente me inhabilitada.

Y  a la vez... apenas me nombraron a Danila me vino esa tristeza insuperable de la parte más horrible de mi "don", que es cuando sabés demás. Y el "saber demás"  fue saber, simplemente, que de esta  Danila no salía.

Las semanas pasaron y el diagnóstico no cambiaba. Las cadenas de oración crecían, las donaciones de sangre se seguían sucediendo y Raufe obviamente no volvía a la oficina.

Nunca voy a olvidar el día que volvía en el tren a casa y un nuevo "ataque" me dejó ahogada en el medio del vagón. El dolor, como describía yo "en la boca del estómago" apenas me dejaba incorporarme y me llevaba, una vez más, a doblarme por la mitad agarrándome la panza. El sudor frío, el creer que me iba a desmayar, el no saber qué pasaba se iban haciendo cada vez más "frecuentes", pero este "ataque" venía con una fuerza inusitada. Y lo más raro era que no escuchaba nada. Nada de nada. Ningún mensaje. Ninguna voz. Ni llanto. Ni pedido. Ni nada.

Me doblé una vez más y me concentré a ver si escuchaba algo. Nada.

A diferencia de todas aquellas veces en las que lo que más quería era llegar a destino, esta vez era al revés. No quería que mi estación se acerque porque no sabía como iba a bajarme del tren.

Le pedí a lo que fuese que pasaba que me diera respiro hasta llegar a casa... y misteriosamente el pedido fue de alguna manera oído. El malestar cesó lo mínimo como para dejarme bajar del tren y agradecí al cielo (luego aprendería a llamarlo "Universo".)

El dolor de panza y el primer contacto con Dani no llegarían sino hasta la noche.

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martes, 4 de enero de 2011

A veces me frustro

Las veces que pude ayudar con este "¿don?" me sentí inmensamente feliz. Me pasó con el caso del muchacho con los padres desaparecidos. Me pasó con el matrimonio que se vino desde otra provincia a intentar que la señora pueda perdonarse el accidente en el que fallecieron sus dos hijos. Me pasa cuando sorprendo a alguien y luego me dice que le vino para mejor.

Pero hay veces en las que también me frustro.

Nunca conté ni expuse una historia de nadie dando su nombre ni sus datos. Este blog es mero desahogo, es la necesidad de sacar para afuera algo que me afecta. Pero así y todo, nunca mencioné a nadie. Lo más gracioso es que soy yo la que "guardo" los secretos, porque por lo general y muy por lo contrario a lo que pensé siempre, cada vez que transmito un mensaje la gente sale como loca a contarlo a todo el mundo aunque yo pida lo contrario.

Me acuerdo hasta cuando el matrimonio me invitó a un asado familiar en agradecimiento, y cuando llegué todos me miraban con cara de "vos sos la medium". Los hijos me agradecían, me llamaron por teléfono...

Hay gente que dice que "les cambia la vida". Hay gente que hasta ha pensado que les iba a cobrar, o que han querido pagarme!!! Mirá si habría de siquiera pensar en lucrar con algo así por Dios!

Pero repito. A veces me frustro.

Este año nos han golpeado partidas de personas famosas...  Extremadamente famosas  y muy famosas, por decirlo de alguna forma pero y entonces ¿qué hago yo con eso?

O sea... si tengo un mensaje que insistentemente se me pide que sea transmitido, ¿Cómo hago para hacérselo llegar a alguien que no es cercano a mi? ¿Cómo hacés para que no crean que es una excusa para estar cerca de alguien de quien miles quieren estar cerca?

Aparte... si tuviera que verlos para transmitir eso, tendría que dar la cara. Y encima con gente poderosa, que si llegan a pensar mal de mi podrían hacer algo en contra...

Con todo el respeto que lo pueda mencionar, porque no suelo hablar de personas sin cambiarles el nombre pero a estas todos las conocen. ¿Cómo le digo a Cris Morena que su hija me ha dicho algo para ella, que supuestamente ella está esperando? Tuve la pista de hacerlo a través de Facundo Arana, pero andá a escribirle a Facundo sin que piense que soy una más de las miles que mueren por sus ojos y su fama de tipo perfecto.

Ni hablar de la presidenta, verdad...

Por eso. No voy a hacer de esto una profesión. No es alrededor de lo que baso mi vida. Pero me pasa, y es por algo, y tengo que hacer algo con eso porque otros pueden necesitarlo o puede hacerles bien.

Pero en estos casos, no se cómo llegarles y me frustro.

Hay veces que me frustro.

Besos,

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