martes, 29 de diciembre de 2009

El sueño



Después de esa noche nos vimos en un Mc. Donald al lunes siguiente. Saliendo de una historia en la que quien estaba conmigo no quería saber nada de nada de compromisos, pensé que se venía la retirada, no me imaginaba otra cosa.

Pero no. José me dijo que si no tenía ganas de empezar a construir de a poquito... y yo me quedé extrañadísima pero feliz. Si siempre escribió lindo, cuando las poesías o los versos fueron para mi tuvieron el doble de efecto.

Una tarde sonó el teléfono mientras estaba en el call -en el que todavía yo seguía-.

¿Tan, qué tenés más importante que verme a mi hoy?

Y me pasó a buscar a la salida y nos fuimos a sumergir en un café. Creo que nunca me voy a acostumbrar a caminar con alguien de la mano sin que me suene raro y cuando esa mano era tan grandota y tan contenedora menos.

Una vez sentados y luego de contarnos el fin de semana se dio el siguiente diálogo:

-Tan, vos soñaste conmigo, ¿Me contás el sueño?.-

El miedo que me producía cuando Jose empezaba con esas cosas volvió a adueñarse de mi en forma se hilo helado por la espalda. Era verdad, había soñado con él, pero ¿Cómo lo sabía?.

-Ya se que si te pregunto cómo lo sabés no me vas a decir, pero asi como vos vas a guardarte cosas yo me reservo el derecho de guardarme mi sueño para mi.-


-No Tan, me tenés que contar, es necesario porque está escrito, ya te dije.
Es que vas a asustarte Jose, y yo estoy muy contenta con este proyecto de comienzo de algo. Y no quiero que te asustes.-


-Dale Tan, si ya se cómo fue, pero me gusta seguir comprobándolo. Yo soñé contigo, vos soñaste conmigo, simplemente quiero saber el sueño.

Dijo mi reciente "empezando algo" mientras me corría el pelo de la cara y se preparaba para escuchar una "linda historia" contada como él solía decir que le gustaba que le cuente las cosas. Su cara estaba plácida, serena, como si nada de lo que le dijera fuera desconocido.

-Bueno, te cuento. Pero si te asustás fue lindo mientras duró.
No es un palo, Jose, vos me conocés y sabés que estoy acostumbrada a ir despacio y esto no tiene nada que ver con nada.Pero soñé que estábamos en la casa donde el otro día fue la fiesta y que yo tenía el pelo suelto, y largo, y era más grande y estaba terminando de preparar la cena y había un nenito que me decía

"Mamá, mamá, ¿Cuándo llega papá?

Y yo solamente lo miraba y de repente se habría la puerta y entrabas vos. Y él te saltaba encima y te decía ¡Papi llegaste!.-


No hubiera sabido cómo explicar el justo momento en que la cara de José empezó a transfigurarse, pero fue exactamente cuando le conté que había un nenito chiquito en el sueño.
Antes de eso, cuando le mencioné la casa, a mi grande, al pelo suelto, etcétera, solamente había asentido como diciendo "claro, es lo que debías soñar". Pero cuando llegamos al nenito chiquitito se desfiguró.

Bueno Tania, me tengo que ir.

-¿Eh? ¿Estás loco? ¿Qué te pasa Jose?-

-Nada, nada. Solamente que me tengo que ir ahora mismo.-

-¿Pero por qué? ¿Qué dije de malo? Jose no vas a creer que es un palo, yo no me quiero casar, ni quiero tener hijos, ni me hice ninguna película, ¿Por qué te ponés así? Es una falta de respeto que siempre me dejes con la intriga cuando siempre accedo a hablar de lo que me pedís.-

-Tania, no te puedo explicar, simplemente una parte de tu sueño cambió. No tenías que soñar parte de lo que soñaste, todo venía bien hasta que... en serio te pido, no puedo hablar, dejame ir a que explique esto a quien se lo tengo que explicar porque esto no es lo que tenía que pasar.-

-¿Quién es "él", Jose?-


-Ya te dije, él es mi consejero espiritual. ¿Vos querés venir conmigo a contarle tu sueño, porque capaz haya cosas que te quiera preguntar y...-

-Jose yo no voy a ir a ningún consejero y no quiero más de estas cosas raras sin que me expliques. Me encanta como me empecé a sentir desde que empezó todo esto pero no puedo entender lo que ya sabés, cómo lo sabés, quién ese consejero, de qué me hablás y este tipo de locuras. Y ahora se te transformó la cara de una manera que no te podés imaginar y te vas así...-

-En serio Tan, me tengo que ir. Vos no tenías que soñar lo que soñaste porque eso quiere decir algo. Y ahora tengo que ver cómo sigue esta historia.-


Me dio un beso en la frente y se fue. Y esa fue la última vez que vi a Jose, justo antes de que "jose" apareciera en mi vida para quedarse.

viernes, 4 de diciembre de 2009

De la Mano



Aún el día de hoy no olvido lo que temblé con ese beso. Fue de esos que te pareciera tienden un lazo tibio entre el aliento y el centro del alma. Esos que pareciera que no se acaban nunca y que nunca vamos a saber cuánto duraron. Desde ese día pude jurar que si se podía olvidar uno del mundo en un instante.

Volví a mirar a Jose y me dijo que había sido tan lindo como lo había soñado, y que todo se estaba dando cómo debía ser. Pregunté con la mirada pero aún embrujada por lo que había pasado ya no me interesaban demasiado las respuestas.

"Tenías nuestra historia colgada en tu ala derecha. Porque vos sos un ser con alas, Tan". Me dijo mientras me daba unos besos más, tan o más dulces que el primero.

¿Vos sabías que esto iba a pasar, entonces?

Claro Tan, desde el primer momento en que comenzamos a chatear luego que me fui del trabajo.

Y entonces, ¿Cómo sigue?

Por lo pronto saliendo de este lugar que ya cumplió su objetivo y yendo a tomar un buen café con medialunas.



Y salí de ahí con un muchacho grandote, de hermoso sweater a rayas y olor a incienzo que me agarró la mano.

Hablamos cantidades y decidimos caminar hasta la estación del subte porque necesitábamos hacer tiempo para que este abra. Al otro día ambos teníamos mucho que estudiar asi que no podíamos prolongar el encuentro mucho más, y aparte estábamos seguros que implícitamente sabíamos que íbamos a seguir viéndonos.

Aquí


Cuánto pensé que cuánto podría haber parecido que las ganas de escribir un blog me duraron 4 entradas, o poco y nada.

Pero no.

En los últimos 30 días me enteré que mi papá tenía una enfermedad muy grave, luego estuvo internado por una neumonía con infección de pulmón desencadenada por las bajas defensas de esa enfermedad, luego se vendió la casa de mis viejos y compraron otras dos pequeñas para mudarse y separarse definitivamente, trabajé como loca y me estressé para el carajo al punto de quedar al bordecito de esos ataques de stress con nombre francés y me enteré que todos mis ex están de novios (yendo de los problemas reales a las boludeces con que ocupo mi mente).

A la vez mi hermano, el que se quedó en el departamento en el que vivía (si, si, porque yo decidí irme buscando paz) se llevó la conexión a internet inalámbrica de casa y en medio del caos ir a comprar un router, traerlo, instalarlo, que me lo hayan dado fallado, ir a cambiarlo y demás fue un tema que me hizo encontrarme sin internet por un bueeeeen rato.

Pero acá estoy, volviendo. Porque escribir sigue siendo, y más ahora, el único refugio en los tiempos no se si duros pero si poco felices que ya pasarán pero hoy pesan en la espalda y la hacen doler.

TW.