jueves, 30 de septiembre de 2010

La Canción de la Vaca (II)

Realmente cuando le escribí el mail a José no pensé que iba a contestarme de ninguna manera.  Lo sabía firme e irreflexivo cuando decidía algo y más si lo planteaba con la determinación que lo hizo.
Sin embargo, y frente al atocigamiento de pedidos de canción de la vaca, y la imposibilidad de pegarle al son que mi nuevo acompañante requería hice el intento, al menos para quedarme tranquila.

Pocas veces respondí tan rápido una consigna como ese "conectate" y simplemente comenzó a tipear:


Did you feed my cow?
Yes ma'am!
Will you tell me how?
Yes ma'am!

Oh, what did you give her?
Corn and hay.
Oh, what did you give her?
Corn and hay.

Did you milk her good?
Yes ma'am!
Did you do like you should?
Yes ma'am!

Oh, how did you milk her?
Swish, swish swish!
Oh, how did you milk her?
Swish, swish swish!

Y no. Definitivamente no le hubiera pegado nunca en mi vida. Porque claro, yo pensaba en las canciones de la vaca que yo conocía. Pero yo no tenía un contexto bilingue, ni nadie que me hablara en inglés cuando niña.

-Me la cantaba mi papá cuando íbamos en auto al campo. Yo se la pedía todos los días porque me encantaba, pero solamente tenía tiempo para cantar conmigo en los viajes juntos al campo, los fines de semana, cuando podía descansar. Durante la semana solamente podía verlo detrás de un escritorio.-

-Gracias.- Le dije.

-Y otra cosa: Yo de pequeño nunca pero nunca me rendía, por lo que se lo insistente que puede ponerse jose. Así que si algún día no lo podés escuchar más, porque necesitás que se tranquilice, o simplemente querés que se vaya, decile: Sit down properly and don´t look through the window. Era lo que me decía la tutora cuando me daba clases y yo miraba por la ventana como otros chicos normales jugaban afuera. Ese es el recuerdo más triste de mi infancia, por ende, de la de él. Y si usás esa frase es muy probable que se entristezca y no te moleste por un buen tiempo. -

-Muchas gracias de nuevo J...-

Pero ya se había ido. Y desde ahí si que no volví a saber de él  nunca más.

Ahora me quedaba saber si jose se tranquilizaría con la canción de la vaca... empezando por aprendérmela.

TW.

1 comentario:

  1. Qué bueno que no tuve una educación y bilingüe y en su lugar si tuve los niños jugando afuera, los niños crueles también que te dicen cómo hacer las cosas "adecuadamente" o te quedás fuera del grupo.

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